Al estilo de Atrévete a Soñar de RCTV
El exitoso programa que se transmitía por Radio Caracas
Televisión -RCTV- en horario estelar en
la década de los años 90, tuvo como
esencia, materializar los sueños de una persona, convertirlos en realidad, pero
de una manera insospechada y casi que de magia para el favorecido y para el
televidente. De esa manera, con ese guion
en términos de Televisión, se desarrolló parte de mi estadía en Puerto Rico, la
Isla del Encanto, con motivo del primer Clásico Mundial de Béisbol en el año
2006.
Con entradas para ver los juegos de la selección de
Venezuela, inició el sueño de ver al mejor equipo de béisbol que haya
conformado mi país, para representarnos en una competencia de carácter
internacional. Presenciar los juegos desde la tribuna del Estadio Hiram Bithor
en la ciudad de San Juan, constituía para los aficionados a ese deporte, el
bálsamo suficiente que tranquilizaría el éxtasis de ver a lo más granado de los
Peloteros Venezolanos, competir con los rivales del béisbol caribeño: Cuba, República Dominicana y la sede del evento Puerto Rico.
En horas de la tarde del día siguiente de arribar a la
isla, transcurrió el primer encuentro, que finalizó con saldo negativo de 7 a 2 a favor de la selección de Cuba. Al
día siguiente, en horas de la noche, ocurrió lo insospechado, producto de la
victoria ante los anfitriones boricuas con pizarra de 6 carreras por 0, la
celebración en las afueras del recinto beisbolero se prolongó hasta esperar la
salida de los peloteros, tiempo suficiente como para no encontrar medio de transporte
que me llevara al hotel. En esa dificultad reconocí a uno de los pasajeros del
avión que me transporto de Miami a Puerto Rico y le pedí un aventón hasta una
zona que me permitiera subirme a un taxi. La sorpresa se produjo; lo
insospechado comenzaba materializarse, el aventón fue concedido en el mismísimo Bus que
transportaría a los peloteros y familiares de los mismos, toda vez, que la
persona a quien recurrí resulto ser familia de uno de ellos. Me senté casi al
final de bus y los vi entrar uno a uno y es así como escoltado por la brigada
motorizada de la Policía de San Juan, llegue al Hotel que lleva el nombre de la
ciudad.
Luego de sagaces sesiones fotográficas con los jugadores,
me retire caminando las cuatro cuadras que separaban el lujoso Hotel de
Borinquen, de mi morada, sonriendo, feliz, se ha materializado un programa de
atrévete a soñar que no fue televisado pero que hoy, con la anuencia de
María Lucia Morais, ha sido
relatado.
Original de Luis Ernesto Verde, seguidor del blog.
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